El Centro de Día “Las Letras”, junto con el Equipo de Apoyo Socio Comunitario (EASC) del Distrito Centro, fue parte fundamental en la organización de la III Jornada de Salud Mental, que este año abordó el tema Personas mayores y Salud Mental. Este evento reunió a profesionales de la salud y miembros de la comunidad para reflexionar sobre los retos emocionales de la vejez y proponer iniciativas para mejorar el apoyo a esta población.

Pilar Navas Rubio, directora del Centro de Día “Las Letras”, integró el equipo de moderadores de las mesas de trabajo y aprovechó el espacio para mostrar el impacto de los esfuerzos que se realizan desde el centro en favor del bienestar de los mayores.

Navas, desde su perspectiva como directora, explicó con franqueza el desafío que supone para muchas personas alcanzar la edad límite de 65 años impuesta en varios recursos de apoyo; “Es un límite que, en lugar de proteger, termina generando una reactivación de la sintomatología en personas que ya cuentan con un diagnóstico de salud mental. En muchos casos, al cumplir los 65 años, les estamos provocando un daño al desvincularlos de un entorno de apoyo al que se sienten profundamente conectados”, manifestó Navas.

Subrayó además la importancia de trabajar de forma conjunta con la Comunidad de Madrid y otros actores para adaptar los servicios y hacerlos más flexibles en cuanto a la edad, priorizando siempre el bienestar y la continuidad de los usuarios en los programas que les benefician y enfatizó que “es fundamental diseñar soluciones donde podamos definir caminos y alternativas que se ajusten a cada persona, promoviendo ese bienestar que todos buscamos”.

Durante la jornada, se presentó una entrevista a “Carla”, usuaria del Centro de Día “Las Letras”, en el testimonio resaltó los efectos de la exclusión que muchas personas sienten al cumplir los 65 años.

Carla, habló sobre cómo percibe el envejecimiento y el peso de la edad cronológica: “El cuerpo puede que no vea, necesite gafas, pero la mente nunca envejece. El problema es que, cuando llegas a una edad, parece que la sociedad te separa, como si fuera un castigo”, compartió. Este “castigo”, como ella lo describe, repercute en su estado emocional, generando angustia y un sentimiento de desplazamiento que afecta su salud mental y su sentido de pertenencia.

El testimonio de Carla resonó en la jornada y subrayó el mensaje de Pilar Navas sobre la necesidad de un sistema de apoyo flexible que responda a las necesidades individuales, sin limitaciones estrictas de edad.

Navas expresó que, en su rol de directora, ha visto cómo esta exclusión afecta a los usuarios, quienes, al llegar a los 65, muchas veces son derivados a otros recursos de forma brusca. “Es vital entender que la salud mental no puede estar sujeta a la edad cronológica. Necesitamos mantener redes de apoyo fuertes y consistentes para estas personas”, destacó.

La jornada concluyó con propuestas para garantizar que las personas adultas mayores puedan mantenerse en sus entornos de apoyo sin verse obligadas a desvincularse, la participación del Centro de Día “Las Letras” y el EASC en este evento reafirma un compromiso renovado con el fortalecimiento de una comunidad inclusiva, en la que el bienestar de cada persona mayor se considere como una prioridad sin importar su edad.