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El pasado 10 de octubre se celebró el Día Mundial de la Salud Mental bajo el lema ‘Salud mental, un derecho necesario. Mañana puedes ser tú’, con el fin de reclamar que la salud mental es un derecho de todas las personas, independientemente de su situación personal, económica, social, educativa, etc.

El lema de este año defiende el derecho a la salud mental como un atributo universal y necesario.

Para lograr el acceso equitativo a una salud mental de calidad, se advierte, desde la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA, de la necesidad de alcanzar varios objetivos: vencer la desigualdad económica, la desigualdad geográfica, la desigualdad de género y a la múltiple discriminación hacia las mujeres con problemas de salud mental.

En un avance, además, sobre la situación detectada en la sociedad general se ha puesto la mirada en la edad. El aislamiento y soledad en la que se ven las personas de mayor edad, así como la irrupción de problemas de salud mental en edades muy tempranas hacen necesario un mayor esfuerzo en investigación y compromiso público, como refleja la reciente aprobación de la especialidad médica para la etapa infanto-juvenil.

Salud Mental y pandemia

La pandemia y el confinamiento han puesto sobre la mesa la importancia de la salud mental en nuestra sociedad, evidenciando también las carencias que esta tiene.

El 30% de la población española afirma haber tenido ataques de pánico desde que el coronavirus trastocó nuestras vidas. Más del 50% reconoce haber sentido algún tipo de tristeza o ansiedad. Hay estimaciones que apuntan que las consultas con profesionales de la psicología se han duplicado respecto a 2019 y el consumo de psicofármacos ha aumentado el doble de lo que suele hacerlo. Otra cifra alarmante es el incremento de ansiolíticos, sedantes e hipnóticos en 2020: 91 dosis diarias por cada 1000 habitantes.

Marcha programada con motivo del Día Mundial de la Salud Mental

La marcha, que recorrió el centro de Madrid, comenzó a las 12h en Atocha para llegar a la Puerta del Sol, donde tuvo lugar la lectura de la proclama por Román Reyes, actor y director y miembro de la plataforma stop suicidios, y el manifiesto por miembros del Comité Madrileño Pro Salud Mental en Primera Persona. Este año la marcha tuvo un significado especial al tener que ser aplazada la del año anterior debido a la pandemia.