Aunque todos esgrimimos con orgullo la bandera de la igualdad, parece que si rascamos un poco, descubrimos que hay cosas que apenas han cambiado. Hablar de Alan Turing, la actual guerra en Palestina o de la diversidad afectiva, sexual y de género, nos recuerda que el sueño de la igualdad aún está por alcanzar.