En un contexto donde la desigualdad y la exclusión social son realidades que afectan a numerosas personas jóvenes en Madrid, surge la necesidad de implementar Vías-Futuro una iniciativa que impulsa el desarrollo de una ciudadanía plena, fundamentada en los principios de la Justicia Social.
El trabajo que la Fundación San Martín de Porres y la Fundación José María de Llanos realizan han llevado a recopilar información que demuestra que la juventud, en particular, enfrenta retos significativos que requieren un enfoque integral, orientado hacia la construcción de alternativas reales que rompan el ciclo de la pobreza y fomenten una sociedad más inclusiva y equitativa.
El proyecto Vías-Futuro tiene como objetivo central impactar la vida de 200 personas adolescentes y jóvenes de entre 14 y 28 años, facilitando su desarrollo personal y social mediante una metodología que prioriza la individualización y el acompañamiento. A través de seis elementos clave, se busca estimular el conocimiento y promover el talento de las personas participantes, incentivando la consecución de hitos y la realización de objetivos personales.
Uno de los pilares fundamentales es el diseño de itinerarios personales basado en una carta de servicios. Este enfoque permite a que cada persona adolescente y joven tenga un camino adaptado a sus necesidades y aspiraciones, garantizando que el diagnóstico inicial sea revisado periódicamente y consensuado con el participante. Aunque muchas actividades se desarrollarán de forma grupal, este sistema asegura que cada persona reciba la atención y el apoyo que merece, lo que es crucial para su compromiso y desarrollo.
Además, el acceso a la cultura se plantea como una herramienta transformadora. A través de la cultura, las personas adolescentes y jóvenes podrán explorar mundos desconocidos que despierten su curiosidad y fomenten la (auto)reflexión. La cultura tiene el potencial de empoderar a las personas, ayudándoles a imaginar nuevas posibilidades y a inventar futuros «imposibles». Esta exploración cultural no solo enriquecerá su bagaje personal, sino que también abrirá puertas a nuevas oportunidades.
El proyecto también prioriza el entrenamiento y la adquisición de competencias y habilidades. Todas las actividades están diseñadas para trabajar en el desarrollo de competencias que son esenciales para la vida personal y profesional. Generar espacios de acción y reflexión tanto grupal como individual fomentará el pensamiento crítico y la curiosidad, facilitando el descubrimiento de vocaciones y la canalización del talento.
La Mentoría Social se presenta como otro elemento clave, promoviendo la relación entre adolescentes y jóvenes en riesgo de exclusión social y mentores dispuestos a brindar apoyo. Estos mentores, provenientes de diversos ámbitos de conocimiento, actuarán como guías y referentes, ayudando a los jóvenes a acceder a nuevas oportunidades y a construir una red de apoyo que potencie su desarrollo.
El Acompañamiento Social es esencial en este proceso, ya que muchas de las circunstancias que enfrentan los jóvenes pueden actuar como barreras para su desarrollo. Es fundamental abordar las limitaciones psicosociales que pueden afectar su capacidad para crecer y desarrollar proyectos vitales. Este acompañamiento especializado asegura que se cubran las necesidades básicas, como salud, vivienda y apoyo económico, permitiendo a las personas adolescentes y jóvenes enfocarse en su futuro.
Por último, el acceso a espacios seguros de pertenencia es fundamental. Estos entornos no solo ofrecen un lugar donde los jóvenes puedan proyectarse, sino que también fomentan un sentido de comunidad y conexión que es vital para su desarrollo emocional y social.
En conclusión, apoyar un proyecto que busca impulsar el desarrollo de una ciudadanía madrileña plena es una inversión en el futuro de nuestra sociedad. Al centrar nuestros esfuerzos en la adolescencia y juventud, y al proporcionarles las herramientas necesarias para superar barreras, estamos contribuyendo a la construcción de una sociedad más justa, equitativa e inclusiva. La colaboración entre diferentes actores sociales, instituciones y comunidades es crucial para garantizar el éxito de esta iniciativa y, en última instancia, para transformar vidas y realidades en Madrid.